
Alejandro Peza
El reglamento de tránsito vigente en Quintana Roo cumplió 27 años sin ser actualizado, lo que ha generado un vacío legal frente a las nuevas problemáticas viales.
El documento, que data de principios del año 1998, no contempla disposiciones sobre el uso de teléfonos celulares u otros dispositivos electrónicos mientras se conduce, pese a que actualmente esta es una de las principales causas de accidentes en el estado.
Efraín García Chávez, director de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), reconoció que siete de cada 10 percances viales registrados en la entidad están relacionados con la distracción por el uso de celulares al volante.
“El reglamento ya no responde a la realidad. En estos momentos no hay un artículo que sancione de manera clara a quienes conducen usando un dispositivo, lo que complica la aplicación de la ley”, advirtió.
De acuerdo con el funcionario, la mayoría de los percances en la entidad están relacionados con la distracción por manipular un dispositivo móvil mientras se conduce, lo que supera a otras causas como el exceso de velocidad o la ingesta de alcohol.
“Hoy en día la mayoría de los accidentes que atendemos tienen como factor común el uso del celular. Es un hábito que pone en riesgo tanto a los conductores como a peatones y pasajeros”, señaló García Chávez.
Aunque otras causas de accidentes en el territorio continúan presentes, ninguna ha alcanzado la magnitud del riesgo que genera la distracción por uso del celular.
Expertos en movilidad coincidieron en que la falta de actualización limita la capacidad de las autoridades para implementar sanciones efectivas y prevenir conductas de riesgo.
En tanto esto ocurre, la Dirección de Tránsito del Estado pretende implementar mayores operativos de vigilancia, al tiempo que reforzará las campañas de concientización sobre seguridad vial en todo el estado.
Diversas organizaciones civiles solicitaron al Congreso del Estado a trabajar en una reforma integral que incluya no solo la regulación del uso de celulares, sino también medidas de seguridad vial acordes con la actualidad, como límites de velocidad en zonas urbanas, sanciones por manejar bajo efectos de sustancias y lineamientos para la movilidad sustentable.
La propuesta, actualmente en análisis por el órgano legislativo, contempla también sanciones administrativas con el objetivo de crear un efecto disuasorio y fomentar una cultura de conducción responsable.
Mientras tanto, los accidentes continúan en aumento y Quintana Roo se mantiene con un reglamento de tránsito considerado “obsoleto” frente a los retos actuales de movilidad y seguridad.