Se duplicó en Quintana Roo el abandono de mascotas durante la pandemia por COVID-19

Alejandro Peza

Asociaciones protectoras de animales informaron que durante la pandemia se duplicó en Quintana Roo el abandono de mascotas, el presidente de la Asociación Civil Toda Vida, Rafael Rivero Aburto es Importante estimó que en las ciudades de Chetumal y Cancún hay al menos 150 mil perros y gatos que están en situación de maltrato o de abandono.

Rafael Rivero Aburto, comentó que la proliferación de perros callejeros en el estado se debe a los efectos de la pandemia que ha dejado a miles de personas sin empleo y sin dinero para lo elemental por lo que muchas veces los dueños de las mascotas abandonan a sus animales a su suerte.

El activista en bienestar animal, precisó que el abandono y maltrato de animales es un delito y aunque en Quintana Roo, no se ha homologado la ley federal con la local como un delito penal ante la Ley de Protección y Bienestar Animal, el municipio capitalino debería interponer la denuncia para una sanción, señaló.

Un dato importante es que en marzo de este año se aprobó la ley federal de Bienestar Animal que castigará hasta con dos años de prisión y multa de hasta 13 mil pesos a quien dolosamente cause sufrimiento o lesiones a un animal, o lo utilice con fines sexuales.

Sin embargo, en Quintana Roo, las organizaciones civiles protectoras de animales exhortaron a los diputados de la XVI Legislatura, a modificar la Ley de Bienestar Animal para establecer mecanismos que obliguen a los Ayuntamientos a acatarla.

Rafael Rivero Aburto, citó como ejemplo el caso del Ayuntamiento de Othón P. Blanco que hasta el momento ni siquiera ha acoplado su normativa local para adaptar las disposiciones de la nueva ley.

“Y por eso siguen sucediendo casos donde pides la intervención del ayuntamiento en un caso de maltrato animal, pero no hacen nada: ya sea porque no saben actuar o porque ignoran que la ley establece que su obligación ser los primeros en responder estas quejas, por lo que ya debieron de haber avanzado en estos tres años en construir todo el sistema que se requiere para hacerlo”.

Señaló que hace unos días se pidió la intervención del Centro de Bienestar Animal de Othón P. Blanco para recoger a un perro muerto en el interior de una vivienda de Américas III, pero el personal se negó a actuar debido a que argumentaron no es su función.

“Los vecinos se quejaron del olor insoportable, ya que el can está a punto de reventar. El ayuntamiento no quiso intervenir argumentando que no era su facultad. Les demostramos con ley en mano que sí lo era, pero luego señalaron que no podían hacer nada porque el perro estaba adentro del terreno, lo que demuestra que desconocen que existe un protocolo para actuar en estos casos”.

Además, las organizaciones de protección animal se enfrentan a otros problemas en el resto de los municipios de Quintana Roo: policías municipales que no quieren atender denuncias cuando asesinan a una mascota o la dejan bajo el sol o muertos de hambre por varios días.

Por esta razón, se les ha solicitado a los legisladores que establezcan candados más estrictos para que los Ayuntamientos acaten las disposiciones de la Ley en la materia, bajo la pena de ser sancionados si no cumplen los plazos establecidos.

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