
Alejandro Peza
Una agente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo lesionada al caerle encima un portón sigue hospitalizada pero sin atención médica especializada debido a la falta de insumos y equipo en la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de la ciudad de Chetumal.
El 16 de septiembre una agente de la Policía Estatal Preventiva resultó lesionada de gravedad al caerle encima un portón metálico, en las instalaciones de los Juzgados Penales Orales de la ciudad de Chetumal.
La policía de 55 años de edad quedó ingresada en la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado donde su estado de salud se reporta como grave.
La oficial sufrió golpes severos en la cabeza, piernas y torax, lo que le ha provocado complicaciones en su movilidad y dolores constantes. Sin embargo, pese a que el incidente ocurrió en cumplimiento de sus funciones, hasta ahora no ha sido trasladado a un hospital de especialidad ni se le han practicado estudios de mayor alcance para determinar la magnitud de las lesiones, denunciaron sus familiares.
Los familiares acusaron omisiones de la corporación y de las instancias responsables de velar por la salud de los elementos, ya que únicamente ha recibido atenciones básicas e insuficientes para la gravedad de su condición.
“Está en riesgo su salud y su vida, no es justo que un policía que todos los días sale a proteger a la ciudadanía no tenga ni siquiera un respaldo digno cuando se lesiona en el trabajo”, expresaron.
Denunciaron la indiferencia y negligencia de la corporación, señalando que la vida del elemento está en riesgo por la falta de acciones concretas. “No es justo que arriesgue su vida en las calles y que, cuando más necesita apoyo, la propia institución lo abandone”, reclamaron.
Exigen que la SSC y el Gobierno del Estado asuman su responsabilidad y canalicen al agente a un hospital de especialidad, además de garantizarle la atención médica integral que por derecho le corresponde.
El caso ha generado indignación entre compañeros de la SSC, quienes ven en este hecho un reflejo de la precariedad en la que trabajan: sin seguros médicos efectivos, sin respaldo institucional y expuestos a lesiones o incluso la muerte.
Hasta el momento, ni la SSC ni el Gobierno del Estado han fijado una postura pública, lo que aumenta la percepción de que el tema se pretende minimizar o invisibilizar, pese a que se trata de la salud y la vida de un servidor público.