La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo está desechando sus pertechos en basureros clandestinos

Alejandro Peza

La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo está desechando sus pertechos en basureros clandestinos de la ciudad de Chetumal.

Hace unos días atrás, aparecieron en una recicladora de metal tres granadas de gases lacrimógenos, de las cuales una explotó hiriendo a una mujer.

El incidente ocurrió el pasado 17 de mayo cuando una de las granadas fue accionado por accidente por un hombre que pretendía venderlo como chatarra.

El incidente ocurrió en un depósito de compra y venta de chatarra ubicado en la colonia Nuevo Progreso entre las calles Paloma y Zenzontle, cuando un hombre, aparentemente en estado de ebriedad, acudió al establecimiento con la intención de vender chatarra. Durante la transacción, el hombre activó accidentalmente una granada de mano que portaba, lo que provocó una explosión que alcanzó a la mujer que se encontraba en el lugar.

La normativa que regula el desecho de granadas lacrimógenas y materiales peligrosos en México se encuentra principalmente en la Norma Oficial Mexicana NOM-009-SCT2/2009, que establece especificaciones para el almacenamiento y transporte de sustancias, materiales y residuos peligrosos de la clase 1 (explosivos).

La normativa establece procedimientos específicos para el desecho de estos residuos, que pueden incluir:

– Neutralización: Se pueden requerir procesos de neutralización de las sustancias químicas para reducir el riesgo de explosión o liberación de gases tóxicos. 

– Recolección y almacenamiento: Se deben seguir procedimientos de recolección y almacenamiento seguro de los residuos, a menudo en contenedores especializados.

– Transporte y disposición final: El transporte de los residuos debe realizarse de acuerdo con las regulaciones establecidas para materiales peligrosos, y la disposición final debe llevarse a cabo en instalaciones autorizadas para la gestión de residuos peligrosos.

Un dato importante es que la normativa establece responsabilidades para los generadores, transportistas y receptores de los residuos peligrosos, incluyendo la obligación de cumplir con las regulaciones y de garantizar la seguridad en cada etapa del proceso de gestión.

A más de tres semanas de este incidente la Secretaría de Seguridad Ciudadana no se ha pronunciado por este hecho y al parecer pretende que todo quede como un «lamentable» accidente.